FICHA
Título original: Joey
Título en España: Joey
Temporadas: 2 (46 episodios)
Duración episodio: 22 minutos.
Año: 2006
Temática: Sitcom.
Subgénero: Humor.
Resumen: Joey Tribbiani se traslada de Nueva York a Los Angeles yéndose a vivir con su hermana completamente disfuncional y con su sobrino superdotado intelectualmente. Sigue con su fantasía de convertirse en actor que ya evidencio en “Friends”.
Protagonistas: Matt LeBlanc, Drea de Matteo, Paulo Costanzo, Andrea Anders, Jennifer Coolidge, Adam Goldberg, Ben Falcone, Mädchen Amick, Matt Letscher, Tommy Perna, Gregory Harrison, Miguel A. Núñez Jr., Kelly Preston, Carmen Electra, Alex Ball, Kristen Miller, Lucy Liu, Danneel Ackles, Jenna Dewan, Lanisha Cole, Paula Cale, Richard Ruccolo, Colby Donaldson, Jacqueline Lord, Cindy Margolis.
Lo mejor: Sirvió para demostrar que una serie no es cosa de uno sino de seis.
Lo peor: Toda las actuaciones dejan bastante que desear y el guión tampoco es brillante.
Lo más curioso: Su primer episodio tuvo una audiencia record de 18.000.000 de espectadores en los EEUU, al final quedó con 4.000.000 y los seis últimos episodios rodados no se emitieron.
¿Cómo verlo?: Fue emitida en España por Cuatro. Puede verse bajando los episodios a través de algún programa P2P en versión original. También puede comprarse en DVD.
Puntuación: 6
PROMO (2ª temporada, en inglés)
PROMO (1ª temporada, en inglés)
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Lo menos que puede decirse sobre JOEY
No todos los spin-off están llamados para el éxito. De hecho, en la inmensa mayoría de los casos se saldan con sonoros fracasos o, simplemente, pasan desapercibidos. Y casi siempre están por debajo del nivel de la serie originaria. Para los que no sepan lo que significa, diremos casi telegráficamente que se trata de series nuevas que derivan de personajes que han aparecido en otras anteriores. Un derivado, vaya. Better call Saul, por ejemplo, es un spin-off aceptable de Breaking Bad, como Joey lo es de Friends. Y en este caso se trata de una derivación frustrada.
Los seis protagonistas de Friends, al terminar la serie emprendieron caminos diferentes. Jenifer Aniston se perdió en varios largometrajes de dudosa calidad, pretendidamente humorísticos que arruinaron su carrera y la derivaron hacia la prensa del corazón. Lisa Kudrow apareció en algunas películas en papeles secundarios y no volvió a tener una oportunidad de reaparecer en televisión hasta emitirse Comeback, que tampoco fue una serie de excesiva calidad. Matthew Perry, insistió en el humor y filmó con posterioridad a Friends algunas películas que llamaron la atención, pero declinó. David Scwimmer es quizás el que ha podido prolongar con mayor fortuna su carrera en los trece años siguientes al final de la serie y lo hemos vuelto a ver en series notables (American Crime Story), menos notables (Band of Brothers) y discretas (Feed The Beast). Courteney Cox, se perdió en combate e incluso se hizo irreconocible después de pasar por quirófanos y darse chutes de botox. Y en cuanto a Matt Leblanc fracasó por Joey y tuvo más fortuna con Episodes. Todos ellos, por supuesto, participaron en tv-movies, en películas menores y siguen en activo, claro está, pero lo que parece evidente es que, para todos ellos, el mejor momento, lo tuvieron con Friends.
Joey fue un intento de aprovechar la fama adquirida por el personaje de “Joey Tribbiani” en la serie. A diferencia del resto de actores que participaron en Friends, Matt Leblanc optó por seguir en el mundo de las series, enganchando la filmación de ésta, inmediatamente terminó la que le había llevado a ser mundialmente conocido. Pensó, sin duda, que el que da primero, da dos veces. Mientras, sus compañeros de reparto trataron de orientarse hacia la gran pantalla con el resultado que hemos visto. La serie fracasó.
Nos mostraba en el primer capítulo trasladándose de Nueva York a Los Ángeles: al fin y al cabo aspiraba a ser actor de teleseries (se representaba, en cierta medida, a sí mismo) y fue directo a donde se encuentra la meca del cine. Pero ciertas limitaciones presupuestarias le llevaron a vivir con su hermana, “Gina Tribbiani” (Drea de Matteo). Se trataba de una chica completamente disfuncional, rara en todos los sentidos, y en la que ser madre soltera era una muestra más de su carácter extravagante. El niño, sobrino de Joey, resulta ser un genio que contrasta (el contraste entre personajes siempre es el rasgo de la comedias de situación) con la indigencia intelectual que ya había gala Joey en Friends y de la que parecía estar muy orgulloso. Los tres personajes intentan apuntalarse y compensarse uno al otro: la chica disfuncional que quiere asumir su papel de madre, el niño superdotado que se siente solo y el actor en ciernes dotado de habilidades sociales. Otro sobrino y una vecina abogada y divorciada completan el reparto…
El conjunto no termina de funcionar: Joey sin sus cinco compañeros se queda en nada. La serie, no solamente no es una “continuación” de Friends, sino que su director y creador, Scott Silveri, intentó que fuera “otra cosa”. Y lo consiguió: pero el resultado era tan distante que después del interés inicial que despertó, cayó en picado. En efecto, lo que los millones de espectadores de Friends buscaban era lo que esta serie les había proporcionado durante diez años seguidos y les había satisfecho: ofrecerles otra cosa en la que lo único que remitía a Friends era el rostro de Joey Tribbiani era poco. Friends eran seis personajes y ninguno de ellos era prescindible.
La serie tuvo un excelente arranque en los EEUU, dada la proximidad e inmediatez con la serie matriz, pero el público se fue cansando de manera constante: los 18 millones que la NBC logró fijar a la pantalla en el primer episodio, descendieron a 12 al final de la primera temporada. Aún así era un buen negocio: la serie resultaba extraordinariamente barata, pocos decorados, pocos actores, lo propio de cualquier sit-com, máxima rentabilidad con la mínima inversión. Pero al estrenarse la segunda temporada, la audiencia había caído a los 8 millones y seguía bajando, así que la serie se interrumpió cuando aún faltaban por emitir cuatro episodios ya filmados. En España, ni siquiera comenzó con altos índices de audiencia. Apenas se emitieron 17 de los 48 episodios. Hubo que esperar dos años después para que la misma cadena la repusiera entre semana y subiera algo la audiencia.
Matt Leblanc no pudo soportar el fracaso de esta serie. Pasó cinco años recluido en su casa de Santa Bárbara, prácticamente sin salir, ni acudir a fiestas, cenas o actos públicos. Su carrera embarrancó y solamente se ha recuperado recientemente con Episodes. Las grandes series se comen a sus hijos.
Joey no es una serie completamente negativa: algunos gags tienen gracias, Leblanc protagoniza los giros humorísticos más notables. El problema es que esta serie no era lo que esperaba el público. Sin olvidar que los personajes nuevos no están suficientemente caracterizados, son excesivamente básicos, la hermana de Joey es el reflejo femenino de sí mismo, los nuevos personajes son poco atrayentes y las interpretaciones poco motivadas. Serie que mencionamos, en definitiva, a título de inventario y como sombra pálida de la matriz.