FICHA
Título original: The Sinner
Título en España: The Sinners
Temporadas: 1 (8 episodios)
Duración episodio: 45 minutos.
Año: 2017
Temática: Triller.
Subgénero: Piscológico.
Resumen: Una mujer de vida aparentemente feliz asesina en un ataque de furia a un desconocido en la playa. El detective encargado del caso sospecha que existen razones no confesadas para aquel crimen y que la asesina ha conocido previamente a su víctima.
Protagonistas: Jessica Biel, Bill Pullman, Christopher Abbott, Teri Wyble, Patti D’Arbanville, Abby Miller, Eric Todd, Dohn Norwood, Robert Funaro, Devin McGee, Michael H. Cole, Gretchen Koerner, Ruby Barnes, Leslie Fray, Katelyn Farrugia, Meredith Holzman, Sunshine Tovar, Anna Elizabeth, Stephanie Olah Kelly.
Lo mejor: Que la tensión se mantiene hasta el último episodio.
Lo peor: La sucesión de flah-back puede llegar a despistar momentáneamente al espectador.
Lo más curioso: Se basó en la novela El pecador de Petra Hammersfahr.
¿Cómo verlo?: A través de Netflix.
Puntuación: 7,5
PROMO (en inglés)
PROMO (en inglés)
PROMO (episodio final, en inglés)
CABECERA
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WEB OFICIAL (USA Network, en inglés))
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Lo menos que puede decirse sobre THE SINNER
Estrenada el 2 de agosto de 2017 por el canal USAnetwork y en España traída por Netflix el 6 de noviembre del mismo año, es una de las series más interesantes realizadas en los últimos meses. Ciertamente tiene similitudes con Rellik, pero resulta bastante más estimulante y su desarrollo evita que el espectador se pierda en la constante marcha atrás del relato. También en The Sinner, asistiremos a una mezcla de planos actuales con flash-backs, pero de una manera mucho más ordenada y coherente que impedirá que el espectador se descorazone después de las dos primeras entregas.
Resumimos la temática: una mujer, aparentemente con una vida normal, casada y con hijo de pocos años, marido, trabajo en la empresa familiar y que, por todo ello, disfruta de las seguridades de la clase media, no termina de ser feliz. Inicialmente parece que el principal motivo de sus deseos de autodestrucción sea el que su marido está excesivamente vinculado a sus padres, pero, luego, cuando en medio de una escena casi idílica en una playa a orillas de una laguna, apuñala con un pequeño cuchillo a un joven situado no muy lejos de ella, todo induce a pensar en un brote psicótico causado por una vida demasiado feliz, pero en completamente plana. La asesina reconoce su crimen inmediatamente llega a la comisaría de policía, pero hay un problema a la hora de presentar el dossier a la fiscalía: falta el móvil. Es entonces cuando entra en juego un detective que empieza a investigar el trasfondo del crimen: ve en las puñaladas algo demasiado visceral como para pensar que la víctima y su asesina no se conocían previamente. Tal es el planteamiento del episodio inicial.
Hay dos elementos que merecen ser mencionados también: por una parte el entorno de fanatismo religioso que ha rodeado a la familia de la asesina en su infancia y por otro el carácter masoquista y los problemas de convivencia del detective que investiga el caso. Ambos personajes, con psicologías algo particulares, terminarán empatizando y aproximándose a medida que avanza la trama, mientras van disminuyendo sus vinculaciones y su relación con el ambiente que les ha rodeado hasta el inicio del caso.
El tono de intriga va creciendo hasta los dos últimos episodios en los que se empieza a elucidar todo lo que ha ocurrido que, finalmente, quedará claro en las últimas escenas de la octava entrega. Quizás el tono de la resolución sea de menor interés que el desarrollo previo de la trama y deje cierto aire de insatisfacción en la audiencia. Esto es lo que impide calificar a esta serie con un notable alto. Pero, a decir verdad, y a la vista de algunos productos que nos han llegado este mismo año, la insatisfacción no se transforma en decepción total.
La serie está interpretada correctamente. Los dos pilares de la misma son Jessica Biel (“Cora Tannetti”) la asesina y Bill Pullman (“detective Harry Ambrose”). La carrera de Pullman ha ido ganando en intensidad desde que protagonizara aquella astracanada surgida del genio de Mel Brooks, Spaceballs (1987). Empezamos a tenerlo en cuenta por su aparición en El turista accidental (1988) y cuando filmó Independence Day (1996, interpretando al presidente de los EEUU) ya podía permitirse cualquier licencia. No se ha prodigado mucho en televisión pero, anteriormente a ésta ha protagonizado la comedia 1600 Penn (2012-2013) todavía no emitida en España y en la que, nuevamente, asume el papel de presidente de los EEUU. Alternar comedia y thriller parece ser el sino de su carrera. En esta serie lo vemos maduro y convincente, siendo uno de los atractivos de la misma.
Su contrapartida es Jessica Biel, inicialmente modelo, luego actriz, más tarde productora y que actualmente conjuga estas dos últimas actividades, tanto en la gran pantalla como en el plasma. Quizás su mejor interpretación –y por la que la recordamos- fue como Duquesa Sophie von Teschen en El Ilusionista (2006). Al igual que Pullman, es una actriz camaleónica y todo terreno a la que puede reprocharle cierto hieratismo, pero que, en cualquier caso, está llamada a desempeñar papeles de mujer enigmática. El resto de roles son completamente secundarios en esta historia y han sido encomendados a actores poco o nada conocidos. En su conjunto, el reparto y el casting están a la altura de lo exigido por el guión. Otro tanto puede decirse de la ambientación, la fotografía y el montaje: simplemente profesionales, sin genialidades ni estridencias, pero también correctos e irreprochables.
La serie encaja como un guante a medida para los amantes de los thrillers y para quienes deseen una profundización en la dimensión psicológica de los personajes (en este caso, el atractivo es que no sólo se profundiza en la dimensión de la asesina sino también del policía que investiga el caso). En los EEUU ha sido bien acogida e incluso ha sido mencionada como la serie emitida por cable que ha tenido más audiencia en 2017. Inicialmente partió con casi cuatro millones de espectadores y terminó casi alcanzando los cuatro millones y medio. Lejos de haber merma, hubo un sensible aumento de la audiencia. En España está incluida en el catálogo de Netflix. Y, por cierto, “The sinner” quiere decir “el pecador”. Ambos, policía y asesina, lo son: ambos encuentran que el peso de sus acciones pasadas condiciona su presente.
El viernes19 de junio de 2020 se ha estrenado a través de Netflix la 3ªTemporada The Sinner. Un nuevo caso, un nuevo asesino y de nuevo más confidencias sobre la soledad, la amistad, los afectos y la deriva que causa intelectualizar la Vida, la existencia, desde las posiciones privilegiadas que da estar cerca de la punta de la Pirámide de Maslow: Fisiología, Seguridad, Afiliación, Reconocimiento y Autorrealización.
Hay una escena en el 3×05 que nos ha hecho recordar la película de Mil ojos tiene la noche (Night has a Thousand Eyes) de 1948, dónde Edward G. Robinson posee la asombrosa facultad de adivinar el futuro. Entra en una situación angustiante porque no puede impedir que se cumplan sus peores premoniciones.
De momento, hasta ver el final de la serie, nos parece estupenda y en su línea. El actor Matt Bomer como Jamie Burns, un profesor y futuro padre, residente de Dorchester.
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Hemos finalizado el último capítulo de 3ºTemporada y me ha gustado como los guionistas han conseguido escribir las escenas dónde el asesino nihilista se convierte en una sustancia pegajosa con el detective, porque éste al estar pendiente de él, le proporciona «la quimera de la seguridad». Necesita ser visto y si mataba al detective ya no podría ser visto y recordado. Y ya sabemos todos que… si alguien nos ve, es que existimos. Cuando alguien ha pulsado la tecla del «Delete» dejamos de existir.
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