FICHA
Título original: 24
Título en España: 24
Temporadas: 9 temporadas (192 episodios)
Duración episodio: 45 minutos.
Año: 2001-2010
Temática: Acción.
Subgénero: Thriller.
Resumen: “Jack Bauer”, dirige la Unidad Contra Terrorista y protege a su nación de los reiterados ataques terroristas en crisis que se resuelven en 24 horas.
Protagonistas: Kiefer Sutherland, Elisha Cuthbert, Mary Lynn Rajskub, Dennis Haysbert, Carlos Bernard, James Morrison, Reiko Aylesworth, Jude Ciccolella, Kim Raver,Cherry Jones, Leslie Hope, Sarah Clarke, Gregory Itzin, Glenn Morshower, D.B. Woodside, Roger R. Cross, Penny Johnson, Bob Gunton, Katee Sackhoff, Zachary Quinto, Eric Balfour, Peter MacNicol, James Badge Dale, Freddie Prinze Jr., Janeane Garofal, Mykelti Williamson, Arnold Vosloo, Zeljko Ivanek.
Lo mejor: recuperar algunas innovaciones visuales que ya habían aparecido en los años 60, pero que se habían olvidado (dividir la pantalla en varias escenas simultáneas)
Lo peor: Era un hijo de su época y respondía a la política norteamericana de la “era Bush” basado en la “lucha contra el terrorismo”.
Lo más curioso: El tiempo era el elemento esencial en la serie: siempre aparecía un reloj en pantalla que indicaba el tiempo transcurrido para resolver la crisis.
¿Cómo verlo?: Ha sido emitido en España por La Cuatro. Puede bajarse en versión original a través de programas P2P o comprarse en DVD.
Puntuación: 6,5
PROMO – 1ª temporada (en inglés)
PROMO – 2ª temporada (en inglés)
PROMO – 3ª temporada (en inglés)
PROMO – 4ª temporada (en inglés)
PROMO – 5ª temporada (en inglés)
PROMO – 6ª temporada (en inglés)
PROMO – 7ª temporada (en inglés)
PROMO – 8ª temporada (en inglés – subtitulada)
PROMO – 9ª temporada (en inglés)
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WEB OFICIAL
Lo mínimo que puede decirse sobre 24
Pocos productos televisivos como éste han respondido tan directamente a las exigencias de la administración norteamericana: la “lucha antiterrorista” que constituyó el leit-motiv de la “era Bush”. La serie abarcó solamente ese período: se estrenó el 6 de noviembre de 2001 (como si los misteriosos atentados del 11-S producidos dos meses antes hubieran dado el pistoletazo de salida) y terminó el 24 de mayo de 2010 (cuando hacía unos meses que Barak Obama había dado el carpetazo a la “lucha antiterrorista”… Así pues, la serie protagonizada por “Jack Bauer” (Kieffer Southerland) ocupa todo el espacio temporal en el que George W. Busch permaneció en la Casa Blanca.
Recordemos lo que fue la “política antiterrorista” de la administración Bush para así poder situar mejor esta serie: aprovechar una cadena de atentados misteriosos y espectaculares que se produjeron en todo el mundo (el España, el 11-M) como excusa y desencadenante de una serie de operaciones geopolíticas, casus belli y medidas de orden interno, posibilitadas por el impacto que tales atentados tenían sobre la opinión pública y por el estado de shock en la que esta se encontraba. Fue así como el pueblo norteamericano aplaudió las intervenciones colonialistas en Afganistán e Irak, aceptó agradecida la renuncia a sus libertades mediante el Acta Patriótica y, finalmente, la administración norteamericana pudo fraguar una nueva cadena de alianzas en el Shäel y llamar a sus aliados a toque de silbato para que apoyaran todas estas iniciativas.
Y es entonces, providencialmente, dos meses después de los ataques del 11-S, aparece esta serie que responde como un guante a la nueva política establecida tras la visión del WTC hundiéndose entre polvo y cascotes. La idea había sido de Joel Surnow, que antes había creado Nikita (2010-2013) y mucho antes Miami Vice. Inicialmente, la Fox no participó de los entusiasmo de Surnow y el proyecto sufrió un retraso. Sin embargo, por causas, desconocidas, bruscamente, un buen día recibió el providencial pistoletazo de salida. Así pues, en aquellos meses en los que los norteamericanos se levantaban con una alarma antiterrorista semanal, con noticias sobre atentados con ántrax (que luego resultó haber salido de un laboratorio militar estadounidense) y con las imágenes inolvidables y reiteradas del 11-S, cuando los ciudadanos norteamericanos tenían verdaderamente miedo, esta serie les ayudaba en las noches a que se fueran a la cama, aún más convencidos de que su país estaba siendo objeto de ataques terroristas ante los que solamente agentes como “Jack Bauer” estaban en condiciones de responder.
La serie nos mostraba, hora por hora, las peripecias del agente “Bauer”, jefe de la Unidad Contra Terrorista, para desarticular la amenaza que se producía en cada temporada. Cada episodio seguía la operación antiterrorista una hora del día. La sucesión de 24 episodios nos daba la totalidad de lo sucedido en un día, desde que se producía la alerta antiterrorista hasta que era conjurada. Casi en tiempo real. La novedad consistía en que se jugaba con el reloj, omnipresente en todas las escenas y con partir la pantalla en varias secuencias (innovación que ya habíamos visto en los años 60 en películas como El caso de Thomas Crow (1968) y que se había llevado al mundo de las series (en Jim West, por ejemplo).
El resultado no era malo, por mucho que la idea de la serie fuera políticamente oportunista. Se conseguían momentos de máxima tensión y el enganche del público era inevitable. Además, los desenlaces de cada temporada solían ser sorprendentes. El protagonista indiscutible y el único que está presente en todas las temporadas encarnando a “Jack Bauer” es Kiefer Sutherland que se había estrenado en las pantallas de televisión en uno de aquellos maravillosos relatos que componían Amazing Stories (1985), se subió al carro de Twin Peaks en una película-secuela (El diario de Laura Palmer, 1992) y quedó definitivamente consagrado como buen actor entre Algunos hombres buenos (1992) y Dark City (1998). Cuando lo hemos vuelto a ver en Sucesor Designado ya no nos cabía ninguna duda de su carisma y sus calidades interpretativas que hacen de él un digno hijo de su padre…
El problema de la serie es que, fuera de contexto (es decir, fuera de la “era Bush”) la serie se convierte en un thriller acelerado que podrá gustar o no, pero que no aporta grandes novedades. Y contextualizada en su momento histórico no pasaba de ser un elemento de propaganda de la política de George W. Bush.