FICHA

Título original: In Plain Sight
Título en España: Al Descubierto
Temporadas: 5 (61 episodios)
Duración episodio: 45 minutos.
Año: 2008-2012
Temática: Intriga.
Subgénero: Policial.
Resumen: Dos agentes del Plan de Protección de Testigos y su jefe en la ciudad de Albuquerque “reacomodan” con distinto éxito a personalidades muy diferentes que han aceptado colaborar con la justicia.
Protagonistas: Mary McCormack, Lesley Ann Warren, Nichole Hiltz, Fred Weller, Paul Ben-Victor, Cristián de la Fuente, Todd Williams.
Lo mejor: Mary McCormack ejerciendo de policía enérgica y con pocas habilidades sociales.
Lo peor
: Que fue eliminada de un plumazo cuando todavía tenía altos niveles de audiencia.
Lo más curioso: Desde el principio la serie estuvo sometida a distintos conflictos entre quipos de productores.
¿Cómo verlo?: Se ha emitido en distintos canales, actualmente en AXN. Puede conseguirse a través de programas P2P y comprándola en DVD.

Puntuación: 7,5

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Lo mínimo que puede decirse sobre AL DESCUBIERTO

Hay series que ni son geniales, ni pretenden serlo, pero que tienen un efecto positivo en la audiencia: logran empatizar pronto con los gustos del público y se mantienen, firme pero discretamente, en parrilla. Al descubierto fue una de estas series que, mientras estuvieron en antena, se beneficiaron de una buena acogida por parte de la audiencia, aun sin registrar un seguimiento masivo, ni entusiasmos desmesurados. ¿Su fórmula? Que nunca se sabía cómo podía terminar cada episodio. No existía una pauta al estilo de Perry Mason (abogado defiente a inocente y descubre al culpable durante el juicio), ni unos finales previsibles al estilo de Titanic (va y se hunde), sino que todo era posible: a veces los buenos, lo eran realmente, pero eran unos metepatas, en otras eran rigurosos y aplicados pero los malos lo eran más, había ocasiones en los que los testigos protegidos –porque la serie iba sobre el Plan de Protección de Testigos- eran insoportables y en otras encantadores, en alguna ocasión resultaban ser más culpables que los culpables a los que iban a denunciar y en otras mansos corderitos que, por azar, habían tenido que renunciar a su vida privada. En realidad, cuando se iniciaba la serie, nunca sabías cuál de estos y de otros numerosos casos, te ibas a encontrar, ni cómo iban a evolucionar en los siguientes 45 minutos. Nada era previsible ni estaba cantado en esta serie.

El hilo conductor lo constituían dos agentes que coinciden en la pequeña oficina del Departamento de Protección de Testigos en la ciudad de Albuquerque. Ella, “la agente Shanon” ( Mary McCormack) es una madurita de buen ver, carácter enérgico pero endiablado, problemas en sus habilidades sociales y una familia atípica y desestructurada que le pesa más que unas babuchas de plomo. Su compañero, “el gente Marshall Mann” (Fred Weller) es su opuesto en todos los sentidos, un tipo ordenado en sus gustos y en sus hábitos, mesurado, con un autocontrol y una educación depurado y un elevado sentido del humor y de la ironía que contrastan con la seriedad con que desempeña su trabajo. El cuadro se completa con su superior, “Stan” (Paul Ben-Victor), el jefe de la oficina, un tipo llevadero, adaptable, protector y eficiente en su trabajo, y con la secretaria del grupo, “Eleonor” (Holly Maples), viuda de un agente del FBI y mujer de recursos. Por otra parte, la destartalada familia de “Shanon” está presente en todos los episodios: hermana neurótica (“Brandi” – Nichole Hiltz), madre caótica y con tendencia al alcoholismo (“Jinx” – Lesley Ann Warren), ex novio al borde de un ataque de nervios (“Rafael” – Cristián de la Fuente) y algún que otro personaje ocasional mas. Todos están bien diseñados, ocupan en pantalla el tiempo suficiente para generar cambios de tono en los episodios y crear hilos argumentales de descarga que alivien al tema central (que siempre trata sobre la protección de algún testigo concreto).

La serie se mantiene en pie durante todos los episodios con una calidad media aceptable y, sobre todo, con sorpresas en cada episodio. La serie es dramática, pero los momentos cómicos abundan y en los diálogos están presentes frases ingeniosas, diálogos encendidos en los que “Marshall” realiza increíbles ironías sobre el comportamiento humano y situaciones cómicas que tienen como protagonista a la familia de “Shanon”. Sin embargo, hacia la cuarta temporada el tono humorístico tiende a disminuir. Los tintes dramáticos aumentan en torno a la protagonista y a sus circunstancias y la serie se vuelve más sombría. Paralelamente aumenta la importancia que el guión concede a su trabajo y disminuye la relativa a sus relaciones familiares. Siempre, la tensión erótica no resuelta entre ambos protagonistas planea sobre la serie, pero nunca lo productores se atrevieron a aproximarlos más de la cuenta a ambos. A pesar de todos los cambios que sufrió la serie –motivados por las luchas entre distintos productores que se disputaban el control de la serie—hay que decir que el nivel media siempre estuvo por encima de lo meramente aceptable.

Vale la pena decir algo sobre los protagonistas: McCormack había aparecido en algunas películas y en varios episodios de la serie Murder One (1995-1997), luego en El Ala Oeste de la Casa Blanca (1999-2006) en donde dejó una excelente impresión que le dio el protagonismo en esta serie. Hizo un excelente trabajo asumiendo los rasgos toscos y ásperos de su personaje, si bien en las dos últimas temporadas su rostro (y el “maldito botox”) hicieron algunos estragos fácilmente reconocibles e innecesarios. Su compañero, Fred Weller, tiene un historial similar: pasó por varias series de televisión, Ley y Orden: Unidad de Víctimas Especiales, El joven Indiana Jones, y actualmente en Banshee… El jefe de ambos, Paul Ben-Victor era yn rostro conocido por su presencia en series como Cagney & Lacey, The Wire, My Name is Earl, Monk, True Detective… Los tres formaban un conjunto creíble, dinámico y empático. Del resto de actores cabe aludir a Lesley Ann Warren, con un larguísimo historial en el cine y en televisión que arrancó en 1962 cuando apenas tenía 16 años. La hemos visto en series tan populares como La Ley del Revolver, Misión Imposible, Columbo, Crossing Jordan, Mujeres Desesperadas… desde los años 80 orientó sus pasos hacia la comunidad en donde es una institución en los EEUU. Finalmente, Cristian de la Fuente, actor de origen hispano con un corto historial cinematográfico, ha protagonizado casi una treintena de seriales hispanos y algunos papeles secundarios como CSI: Miami. Es el ejemplo de la nueva generación de actores hispanos que unen un buen físico a unas mejores cualidades interpretativas que en esta serie demuestra sobradamente.

Una serie, en definitiva, simpática, entretenida y de puro divertimento.

 

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