FICHA

Título original: Paquirri, su vida y sus amores
Título en España: Paquirri, su vida y sus amores
Temporadas: miniserie 2 episodio).
Duración episodio: 70 minutos.
Año: 2009
Temática: Miniserie.
Subgénero: Toros.
Resumen: Biografía del torero Francisco Rivera “Paquirri”, poniendo especial énfasis en la premonición de su muerte en el ruedo y en sus relaciones con Carmina Ordóñez y con Isabel Pantoja.
Protagonistas: Antonio Velázquez, Luz Valdenebro, María Ruiz, Manolo Caro, Pedro Casablanc, Manolo Solo, Idilio Cardoso, Cynthia Martín.
Lo mejor: la ambientación de los años 70.
Lo peor
: que tiene tramos muy aburridos.
Lo curioso: se rodó para conmemorar el 25º aniversario de la muerte del torero.
¿Cómo verlo?: Emitida por Telecinco, puede verse en el enlace indicado.

Puntuación: 5,5

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Lo mínimo que puede decirse sobre PAQUIRRI, SU VIDA Y SUS AMORES

Se diría que Machado vio esta serie y fue su metraje el que le inspiró su poema sobre La España de charanga y pandereta, cerrado y sacristía, devota de Frascuelo y de María, de espíritu burlón y de alma quieta, ha de tener su mármol y su día, su infalible mañana y su poeta”. Si los dos amores de Paquirri habían terminado siendo pasto de miniseries (Carmina y Mi gitana) era inevitable que a él también le afectara esta fiebre de “reconstrucción histórica”. Lo peor que hay no es morirse en un ruedo sino matar de aburrimiento a la audiencia. Y es el problema de esta serie que empieza bien, pero a lo largo de su desarrollo percibimos altibajos constantes, momentos de cierta belleza plástica (es lo que tiene el toreo que parece hecho para la pintura impresionista), alternado con guadianas de indecible aburrimiento.

No sé qué hubiera pensado el biografiado al verse como carne de miniserie, ni siquiera creemos que valga la pena discutir sobre si los episodios que trae a colación esta miniserie tienen un fondo de verdad o son, como la totalidad de la prensa del colorín, un reflejo de la realidad que no tiene porque serle fiel, si de lo que se trata es de crear personajes públicos con punch. Pero lo que no es de recibo son esos largos diálogos insustanciales, irrelevantes y que no aportan nada a la historia, se eternizan y terminan haciéndose insoportable. La miniserie Paquirri está plagado de ellos y, a medida que va avanzando se nos hacen cada vez más insoportables, especialmente porque sabemos cómo termina la cosa.

El que la miniserie haya reconstruido los años 70 con una precisión encomiable, lo que dice es que, al menos, en esa parte, en atrezzo, localizaciones y vestuario, la serie dispuso de brillantes especialistas. En todo lo demás flojea. No echaron los restos los responsables de Telecinco en esta serie de bajo presupuesto, destinada a biografiar a un torero que encarnaba las virtudes de ese extraño oficio y cuyos amores con una tonadillera y la hija de otra figura del toreo, terminaron por hacer de ellos, el “triángulo nacional”. Los actores hacen lo que pueden, pero el guión no da mucho de sí. Dejando aparte, la premonición a su muerte, sus meditaciones de última hora, lo espectacular de una muerte en directo y algunas escenas de toreo, el resto de la serie no deja de ser una justificación y una promoción de todo lo que se ha movido en torno a estos tres personajes: la Pantoja, Carmina Ordóñez y el torero muerto.

Serie prescindible, como las otras dos citadas, serie de refuerzo de cierta concepción del ocio en programas que llevaron años debatiendo sobre los amores y amoríos de estos personajes) y serie, en definitiva, de una España inviable que induciría al pobre Antonio Machado a seguir tirándose de los pelos. Porque a la “España de Frascuelo y de María” se une la de la telebasura y el corazón.

 

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