FICHA
Título original: Una bala para el Rey
Título en España: Una bala para el Rey
Temporadas: miniserie, 2 episodios.
Duración episodio: 65 minutos.
Año: 2009
Temática: Política.
Subgénero: Drama.
Resumen: Dramatización del atentado frustrado que intentó cometer ETA disparando sobre el Rey durante su estancia veraniega en Mallorca
Protagonistas: Carlos Blanco, Víctor Clavijo, Eduardo Mayo, Mon Ceballos, Jesús Fuente, Álex Barahona, María Castro, Ramón Villegas, Ruth Díaz, Gotzon Sánchez, Ernesto Arias, Teresa Calo, Julio Silva Cavaleiro.
Lo mejor: el intento de realizar una miniserie de carácter político.
Lo peor: irregular en su desarrollo.
Lo curioso: se cuenta que ETA tuvo hasta en tres ocasiones al Rey en el punto de mira aquel verano de 1995.
¿Cómo verlo?: En el enlace indicado de Antena 3.
Puntuación: 6
CABECERA
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Lo mínimo que puede decirse sobre UNA BALA PARA EL REY
En el verano de 1995, ETA a pesar de haber sufrido una gran desarticulación en 1992, disponía aún de una alta capacidad ofensiva. Un comando de la organización terrorista fue enviado a Palma de Mallorca para “ejecutar al Rey como sea”. Era público y notorio que el Rey pasaba todos los veranos en aquella isla. La miniserie Una bala para el Rey trata sobre este episodio con una mezcla de imaginación y fidelidad a los hechos reales.
Empecemos diciendo que el episodio no está del todo claro. Un etarra obsesionado con la figura de Juan Carlos I, Juan José Rego Vidal llegó a Mallorca a principios del verano de 1995. Rego había sido condenado en 1979 a un año de cárcel por “delito de atentado en grado de conspiración contra Juan Carlos I”. Previamente, había formado parte de un comando que intentó atentar contra el padre del Rey, en Montecarlo. Al parecer tenía cierta obsesión por la monarquía, a despecho de la responsabilidad real del monarca según la constitución y de sus funciones meramente representativas. ETA entregó a este individuo 600.000 pesetas según unas fuentes y varios millones según otras, para preparar un atentado contra el Rey. Se hizo con un yate en la Costa Azul, alquiló un piso a pocos metros del puerto deportivo de Palma en donde el Rey acudía frecuentemente a su yate y, parece que el comando tuvo tres (otros dicen cuatro) veces al monarca en el punto de mira. ¿Por qué no disparó? También sobre eso hay distintas versiones: para unos, la dirección de ETA no autorizó el atentado que le habría valido una represión generalizada; para otros, el comando no había completado el plan de fuga. Cabría añadir que Rego, durante su estancia en la prisión de Soria, fue considerado por el psiquiatra como “enajenado mental”. Lo más curioso de todo: el grupo estaba seguido por la policía desde su llegada a Mallorca y éste pudo permanecer durante 23 días en la isla sin ser molestado por la policía y ¿apuntar tres o cuatro veces a la cabeza del monarca? Definitivamente, hay algo incomprensible en esta historia.
Parte de todo esto aparece en esta serie. Los “cazadores” son los etarras (el líder, el fanático, el inexperto). La “víctima” es el Rey Juan Carlos. El jefe de los “cazadores” se entrevista con la cúpula de ETA para proponer el atentado. Alquila una embarcación en el Sur de Francia que está a punto de hundirse en plena travesía. El plan consiste en disparar sobre el Rey desde un piso próximo al puerto, huir por la puerta trasera en moto en dirección al yate y hacer explotar una bomba en el apartamento para borrar huellas. Pero el comando es seguido desde el principio y la policía frustra el atentado. Fin de la historia. Los etarras aparecen en algunos casos como fanáticos, en otros como psicópatas peligrosos y en otras como irresponsables en grado extremo. La figura de la “víctima” queda realzada en relación a la calidad humana y oral de los “cazadores”.
El problema que tiene esta serie –dejando aparte que el episodio histórico es bastante confuso- es que intenta aprovecharse de 23-F, el día difícil del Rey, estrenada poco antes. El guión se nota elaborado apresuradamente, poco desbastado, los diálogos tienen, eso sí, la virtud de mostrar cómo era ETA en su interior; el metraje es excesivamente largo para contar el episodio. Las interpretaciones son aceptables y, en general, la miniserie puede considerarse como una ficción discreta basada en hechos reales sobre los que existen informaciones contradictorias. En nuestra opinión, podría haberse sacado mucho más partido de los paisajes baleares.
La serie puede verse en la web de Antena3.