FICHA

Título original: El Séneca
Título en España: El Séneca
Temporadas: 3 (43 episodios).
Duración episodio: 30 minutos.
Año: 1964-1970
Temática: Humor.
Subgénero: Costumbrismo.
Resumen: José María Pemán presentaba cada episodio que giraba en torno a un personaje sevillano al que todos llamaban “el Séneca”, por su sabiduría y su capacidad para resolver los embrollos en los que se metían sus vecinos y amigos, y él mismo.
Protagonistas: Antonio Martelo, Milagros Leal, Pedro Porcel, Julio Goróstegui, Roa Luisa Goróstegui, Rita Santo.
Lo mejor: el ejercicio de sabiduría popular realizado en cada episodio.
Lo peor
: que todos los españoles se creen “sénecas”.
Lo curioso: la serie concluyó al fallecer el actor que representaba al protagonista.
¿Cómo verlo?: Se emitió por TVE, luego en 1996, Canal Sur la recuperó. No ha sido editada en DVD Completamente inencontrable, salvo fragmentos en youTube

Puntuación: 8

RESUMEN DE LA SERIE

ARTÍCULO DE PEMÁN SOBE «EL SÉNECA»

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Lo mínimo que puede decirse sobre EL SÉNECA

Empecemos por tres afirmaciones soberanas: José María Pemán fue uno de los grandes escritores españoles del siglo XX injustamente olvidado; Antonio Martelo fue uno de los granes actores andaluces y su representación de El Séneca justificó toda su vida; la figura de Lucio Anneo Séneca supuso la confirmación de que en Andalucía, además de cante, batas de cola y pescaito frito, se piensa: en las cumbres de la filosofía clásica y del estoicismo se encuentra su figura. Los tres elementos se dieron cita en esta serie que puede ser considerada como la mejor producida por TVE (Estudios 1, aparte, claro está), en la segunda mitad de los años 60.

Resulta absolutamente incalificable que, por aquello de la corrección política, no sea de buen tono acordarse hoy de José María Pemán cuyo pecado fue el ser un monárquico de derechas que apoyó (relativamente) a Franco. Como si esto le inhabilitara para tener una calle o para que esta serie figure en la sección de Televisión a la Carta de TVE.

Empecemos desde el principio: durante 43 episodios, José María Pemán, que ya por entonces iba camino de los 70 años, presentó y escribió un guión que tenía como protagonista a un tipo popular al que todos llamaban “el Séneca”. Era un campesino andaluz que destilaba sabiduría popular en cada frase. Las escenas tenían lugar en un típico patio andaluz en un lugar indefinido del Sur, quizás próximo al Cádiz natal del escritor. Habitualmente, “el Séneca” departía con sus amigos: el alcalde, el maestro, el boticario, el cura. No se llamaba Séneca, pero todos le conocían por este apodo. Frecuentemente, le preguntaban su opinión y él respondía con alguna sentencia demoledora que generaba alguna situación sobre algún problema habitual ante el que “el Séneca” tenía alguna respuesta original o inaudita, pero que, a fin de cuentas, suponía una lección de vida utilizando palabras simples y una lógica popular elemental.

La serie ayudaba a pensar, inducía a la reflexión y nos decía mucho sobre la vida. Y es que “el Séneca” no era un individuo surgido de la fértil imaginación de Pemán, sino la cristalización en un personaje de las virtudes y los defectos de todo un pueblo. No asistíamos en cada episodio a clases de filosofía, sino a lecciones de sabiduría popular, de la que, a fin de cuentas, el propio Lucio Anneo Séneca extrajo sus enseñanzas. La serie transmitía un estilo de vida y una forma de comportarse ante las grandes cuestiones de la vida y ante las pequeñas banalidades del día a día; no hubo en ella ni palabras malsonantes, ni giros soeces, ni disputadas airadas: todo en ella era amable, didáctico, recorrido por un sentido del humor y de la ironía que solamente un genio podía escribir y un gran actor interpretar.

Antonio Martelo (1904-1970) era “el Séneca”. Con él murió la serie. Pemán, que había llegado a apreciarlo casi como un hermano, se negó a seguir escribiendo para otro actor cuando murió en un accidente automovilístico. Era un actor autodidacta sin antecedentes familiares en la profesión como era usual a principios del siglo XX. Empezó a actuar profesionalmente después de la guerra civil. Dotado de un acento sevillano estaba, obviamente, especializado en papeles andaluces. Actuó en el cine y en televisión. En 1964 actuó por primera en TVE en Teatro de humor e, inmediatamente, después, encarnó a “el Séneca” hasta su fallecimiento. La fama de la serie fue tal que en 1997, como lejano eco, la imagen de Martelo apareció en un sello de correos.

La serie se emitía en las noches. Primero apareció como un pequeño espacio de apenas 15 minutos en el que Martelo realizaba un monólogo. Luego se extendió al formato que le dio fama y que fue presentado por un Pemán que hacía gala de la misma retranca y humor que su personaje.

Lamentablemente, solamente hemos encontrado un fragmento de El Séneca en youTube para ofrecerlo como muestra. Recordamos que si queremos que esta serie se rescate vale la pena dejar en los perfiles de TVE1 en redes sociales la petición. Bastante hay con que la obra de Pemán se ignore, como para que también, por ese culto absurdo a la corrección política, la “casa grande” vuelva la espalda a la mejor serie que produjo en la segunda mitad de los 60. Se ruego, por tanto, a todos los lectores que realicen esta petición: QUIERO VER #ElSeneca  ÍNTEGRO EN TELEVISIÓN A LA CARTA.