FICHA
Título original: Moonlighting
Título en España: Luz de Luna
Temporadas: 5 (66 episodios).
Duración episodio:60 minutos.
Año: 1985-1989
Temática: Investigación.
Subgénero: Humor.
Resumen: Los dos miembros de la agencia de detectives Luna Azul mantienen entre sí una relación profesional no exenta de tensión erótica mientras investigan distintos casos criminales, ayudados por la recepcionista y secretaria y un ayudante.
Protagonistas: Bruce Willis, Cybill Shepherd, Allyce Beasley, Curtis Armstrong, Jack Blessing, Eva Marie Saint, Robert Webber, Charles Rocket, Mark Harmon, Brooke Adams, Dennis Dugan, Virginia Madsen, Gary Cole, Dana Delany.
Lo mejor: ver evolucionar a Bruce Willis en sus primeros pasos.
Lo peor: las hombreras que solía lucir Cybill Shepherd.
Lo curioso: abundan en cada episodio los guiños y las referencias a películas clásicas.
¿Cómo verlo?: Emitido por TVE y posteriormente por Antena 3. Puede verse en el enlace indicado
Puntuación: 6,5
WEB NO OFICIAL
Lo mínimo que puede decirse sobre LUZ DE LUNA
Cuando se filmo esta serie Bruce Willis acababa de cumplir los 30 años y tenía a sus espaldas un cortísimo historial profesional. Hacía cuatro años que iba apareciendo esporádicamente en series y largometrajes como extra, pero aún faltaba mucho para consagrarlo como un gran y cotizado actor. Se le había visto en un episodio de Corrupción en Miami (1984), en otro de la nueva versión de The Twilight Zone (1985), pero nadie esperaba que ese miso año saltaría a la fama al protagonizar los 66 episodios de Luz de Luna junto a Cybill Shepherd. Lucía por entonces un frondoso tupé negro que fue menguando a medida que avanzaba la serie y que le condujo a una calvicie prematura. Pero gustó y convenció. A partir de ahí, arrancó su portentosa carrera en Hollywood.
Luz de Luna nos muestra la historia de una agencia de detectives cuyos responsables son hombre y mujer, con la consiguiente tensión sexual que podía esperarse y que ya habíamos visto en alguna que otra serie anterior. En realidad, la serie no era muy diferente a Remington Steele que todavía se estaba emitiendo cuando empezó el rodaje de Luz de Luna. De hecho, ambas series eran como dos gotas de agua (si una sirvió para catapultar a la fama a Bruce Willis, la otra hizo otro tanto con Pierce Brosnan). En el microcosmos de la agencia se movían cuatro personas: “Maddie” (Cybill Shepherd), “David Addison” (Bruce Willis), “Agnes Topisto” (Allyce Beasley) y “el Señor Vila” (Curtis Armstrong). Los dos primeros eran los dos eficientes, dinámicos y atractivos detectives, mientras el “señor Viola” era un colaborador algo torpe que solamente apareció a partir de la tercera temporada, mientras “Agnes”, cuyo papel fue creciendo a medida que avanzaba la serie.
Los episodios eran autoconcluidos y los guionistas habían puesto especial énfasis en salpicar su desarrollo de referencias cinematográficas que los aficionados al séptimo arte sabían apreciar. De hecho los mismos promotores de la serie reconocían que el argumento estaba inspirado en las cintas de Howard Hawks: un cine que tenía algo de vodevil, repleto de situaciones grotescas y extremas, gracias a equívocos y que mantenía una tensión sexual entre los protagonistas que nunca terminaba de resolverse del todo. Deliberadamente, lo que trataron de reproducir –y consiguieron- fueron las comedias de los años 40-50.
Cybill Shepherd era cinco años mayor que Willis. Tenía a sus espaldas una larga trayectoria como modelo, cantante y actriz con alguna intervención notable y recordada en películas históricas: apareció en Taxi Driver (1976) llamando la atención y en los años 1980-2000 apareció en distintas series televisivas de las que la más famoso fue Luz de Luna. A diferencia de la Shepherd que inmediatamente fue elegida para protagonizar esta serie, Bruce Willis debió competir con decenas de actores, algunos de ellos muchos más conocidos. La cadena ABC prefería que el protagonista fuera más conocido, un actor consagrado que, por sí mismo, atrajera audiencia. Los hechos demostraron que quienes optaron por Willis no se equivocaron. En la pantalla ambos actores dan la sensación de tener buena química, sin embargo, a medida que fue avanzando la serie, las relaciones entre ambos se hicieron cada vez más hostiles. Willis posteriormente dijo que la Shephard era una neurótica insoportable. Al parecer, el problema derivó de que mientras se seguía rodando la serie, Willis iba trabajando en otras producciones que cada vez iban aumentando su fama, mientras que ella veía su carrera estancada.
La serie era de alto presupuesto y los productores cuidaban de que el vestuario y el atrezzo tuvieran un glamour irresistible. Y así fue: el problema que tiene hoy precisamente esta serie radica en que registraba las modas de finales de los años 80, especialmente la femenina caracterizada por hombreras descomunales y melenas exuberantes domadas por litros de laca. Salvo por este detalle, la serie conserva todavía cierta frescura, satisfará a los nostálgicos y a los que luego han seguido la carrera de Willis. La serie está a la venta en DVD y también puede seguirse con facilidad en youTube.