FICHA
Titulo original: Acusados.
Título en España: Acusados.
Temporadas: 2 (26 episodios).
Duración episodio: 75 minutos.
Año: 2009-2010
Temática: Thriller
Subgénero: Intriga
Resumen: Crónica de la investigación sobre el incendio de una discoteca que, al parecer, encubre otros delitos, desde la corrupción política hasta el asesinato.
Actores principales: José Coronado, Blanca Portillo, Silvia Abascal, Goya Toledo, Isabel Serrano, Esperanza Elipe, Daniel Albadalejo, Daniel Grao, Aitor Mazo, Alberto Amarilla, Natalia Sánchez, Alberto Jiménez, Duna Santos, Anna Allen, Helio Pedregal, Santiago Meléndez, Joseba Apaolaza, Carla Nieto, Pep Munné, Mariana Cordero, Ana Labordeta, Elisabet Gelabert.
Lo mejor: las actuaciones de Blanca Portillo y José Coronado
Lo peor: parecido excesivo con Daños y Perjuicios.
¿Cómo verlo?: Emitida por Telecinco, puede verse en el enlace que ofrecemos.
Puntuación: 8,5
Lo mínimo que puede decirse sobre ACUSADOS
Esta serie está considerada, con razón, una de las mejores producciones de género negro español. Lamentablemente en la historia de España se han dado algunos casos de incendios de discotecas: los que peinamos canas nos acordamos todavía del espanto que sobrecogió al país al enterarnos de que la discoteca Alcalá 20 había ardido causando 28 muertos y 25 heridos de diversa consideración. En el local, según uno de los socios, apenas de encontrarían presentes 100 ó 150 personas, pero algunos supervivientes elevaron la cifra hasta los 500 (e incluso hasta los 1000). Resulta inevitable remitir la temática de Acusados a esta verdadera catástrofe, por mucho que desde algunos puntos de vista, era más similar a la que tendría lugar años después de concluir la serie, en el Madrid Arena. Al lado de la tragedia de Alcalá 20, las cinco víctimas del Madrid Arena deberían haber generado un impacto mucho menor, pero la oposición municipal lo convirtió durante meses en un asunto de relieve nacional. Fue, entonces, inevitable, recordar la temática de esta serie.
La serie nos mostraba una trama clásica de género negro: jueces y policías que investigan por un lado y propietarios de un discoteca incendiada que tratan de ocultar manejos sucios y elementos que hagan pensar en corrupción política. El principal sospechoso de la investigación emprendida por la “jueza Ballester” (Blanca Portillo) es un conocido político, “Joaquín de la Torre” (Pepe Coronado). Cada uno de estos personajes axiales tiene a un grupo de satélites en torno suyo que le ayudan en sus tareas: investigar y/o defender. La primera sorpresa ocurre cuando lo que parecía ser el incendio de una discoteca, encubre realmente el asesinato de “Ana Sánchez” (Andrea Guasch). Finalmente, el propio entorno personal y familiar de la jueza saldrá implicado en la trama.
El éxito de la primera temporada y sobre todo las críticas extremadamente favorables que recibió la serie, animaron a la cadena a contratar nuevos episodios que no obtuvieron el favor del público. La serie, en su conjunto se quedó con un 13,4% de cuota de pantalla, llegando la primera temporada al 16%. Hay que preguntarse por qué una serie particularmente bien realizada, con un buen guión, perfectamente interpretadas (al menos en sus papeles protagonistas), no obtuvo un seguimiento masivo. Las explicaciones que podemos encontrar son varias: a veces, una serie engancha a la audiencia, no por sus cualidades narrativas, sino simplemente porque la competencia que encuentra en esa franja horaria es demasiado débil y fácil de superar: esto se dio durante la primera temporada, cuando la serie apenas encontró competencia en otras cadenas, pero no así en la segunda cuando debió competir, primero contra el Gran Hermano y luego con la primera temporada de Águila Roja (2009-2016) Lo primero implicó su desplazamiento a otra franja horaria y lo segundo el ser derrotada por la audiencia de TVE que, además de ofrecer un buen producto, tiene siempre el atractivo de la ausencia de cortes publicitarios.
Pero, aún así, no queda completamente explicado el porqué una serie de indudable calidad y que careció casi completamente de críticas adversas se quedó a medio gas en lo relativo a la audiencia. Sólo hay una explicación: Telecinco fue víctima de su propia imagen de marca. Quintaesencia de la Telebasura y la cadena que la trajo a España, su nombre ha quedado asociada a una forma de hacer televisión poco afortunada, canalla, y en la que lo zafio, lo facilón, el humor de brochazo y paletada de sal gruesa, las escenas de cama y los personajes más abyectos del cutrerío nacional, no podía aspirar a que un producto de calidad fuera digerido, por su propio público y atrajera audiencia de otras cadenas. Y es que caracterizarse como ciudadela de la telebasura nunca sale gratis.
La serie puede verse hoy como muestra del “spanish noir”. La competencia y los años no la han desgastado y sigue siendo una de las mejores series producidas en España en lo que llevamos de milenio.