FICHA
Titulo original: Scrubs.
Título en España: Scrubs
Temporadas: 9 (182 episodios)
Duración episodio: 30 minutos
Año: 2001-2010
Temática: sit-com
Subgénero: hospitalaria
Resumen: Un médico, inicialmente residente, tontorrón, enamoradizo y con no muchas cualidades físicas, ejerce en un hospital acompañado por otros personajes habituales en uno de estos centros, protagonizando, junto a pacientes no menos surrealistas, estrafalias situaciones.
Actores principales: Zach Braff, Donald Faison, John C. McGinley, Ken Jenkins, Sarah Chalke, Neil Flynn, Judy Reyes, Robert Maschio, Sam Lloyd, Aloma Wright, Christa Miller, Johnny Kastl, Travis Schuldt, Eliza Coupe, Charles Rahi Chun.
Lo mejor: La idea de hacer una sit-com en un hospital donde antes sólo se filmaban dramas.
Lo peor: Algunos gags rebasaban el límite de lo absurdo y se sumergían en lo ridículo.
¿Cómo verlo?: Puede comprarse en DVD y se encuentra fácilmente a través de programas P2P tanto en versión original como en castellano. Muchos episodios pueden verse en versión española en YouTube.
Puntuación: 7
TRAILER DE LA SERIE Y MÚSICA en inglés
Lo mínimo que hay que saber sobre SCRUBS
Un hospital es, habitualmente, un lugar de sufrimiento y dolor. Hasta llegar Scrubs, las series de médicos y hospitales, como máximo, tenían a algún graciosillo de protagonista muy secundario y habitualmente mostraban casos clínicos dolorosos o con los que nadie le gustaría identificarse. Por tanto, hay que reconocer a Scrubs el valor de haber situado en ese marco a una comedia de situación, acaso de las mejores que se han producido en lo que va de milenio.
¿QUÉ QUIERE DECIR Y DE QUÉ VA SCRUBS?
Vayamos a lo esencial y a lo que a todos los que se acercan a esta serie por primera vez, les preocupa: ¿Qué o quién es “scrubs”? Hay distintas acepciones. En lengua inglesa quiere decir, tanto algo que sirve para limpiar alguna superficie como “novato” o “principiante”. Su sonido, para colmo, es similar a “screwed” que ería algo así como una chapuza o alguien que arruinó algo. Y, finalmente, aplicado al argot médico de los EEUU, es todo lo que compone el atrezzo de cirujanos y enfermeros. En la serie no queda clara cuál es la acepción empleada. Cualquiera de las tres serviría porque esta serie va de hospitales, de médicos novatos y de chapuzas.
El hospital en el que transcurre la trama es el Sacred Heart, un centro universitario de alguna ciudad de California (¿San Diego?, ¿Los Ángeles?, ¿San Francisco?), en el que un jóvenes médico residente, “John Dorian”, habitualmente conocido como JD, inicia su experiencia profesional junto a un equipo de novatos como él. En general, sus superiores, los cirujanos como el “doctor Kelso” son eficientes, pero al mismo tiempo con personalidades extrañas y excéntricas. La relación con los residentes no suele ser buena o, en cualquier caso, los tratan con ironía y ausosuficiencia. También existe algún subalterno atrabiliario y con comportamientos excéntricos. Y enfermos, sobre todo, enfermos, llevaderos unos, insoportables otros, con enfermedades dramáticas algunos y otros aquejados de ridículas dolencias. Pues bien, todos estos personajes y modelos interactúan en la serie, dotándola de una extraordinaria comicidad, inédita en un centro médico.
Al igual que otras series “hospitalarias”, en esta juegan un papel esencial las relaciones entre los distintos médicos de la plantilla y con el personal auxiliar. Son jóvenes, así que lo más normal es que el amor prenda entre ellos. Unos constituirán parejas estables, otros se unirán y desunirán, constituyendo el nexo argumental en una trama particularmente bien estructurada que tiene un inicio y un final.
SIETE PROTAGONISTAS EN BUSCA DE UNA SIT-COM
“DJ” es el narrador de cada episodio. A fin de cuentas la serie trata sobre su vida en un hospital desde que llega hasta que lo abandona. El actor que no encarna, Zach Braff, era uno de tantos jóvenes cómicos judíos a la espera de su oportunidad, cuando apareció junto a Gwytneth Paltrow en el piloto de la frustrada serie Haigh (1989) que jamás llegó a emitirse. Su talento hubiera quedado inédito de no ser porque Woody Allen lo llamó para participar en Misterioso asesinato en Manhattan (1993). Siguió realizando pequeños papeles hasta que fue elegido para protagonizar Scrubs (de la que dirigió también algunos episodios). Es un hombre que cree en sí mismo. Cuando ninguna productora quiso financiarle su película Garden State (2004), la financio él mismo: los 2,5 millones que invirtió (y que en buena medida procedían de su actuación en Scrubs) se convirtieron en más de 35 millones de ingresos en taquilla y una granizada de premios. Sin embargo, en 2014 no pudo repetir el éxito y su película Desearía estar aquí (Wish I was here, 2014), no cubrió costes de producción. Polifacético e hiperactivo, sigue alternando papeles en películas, actuaciones teatrales y un restaurante en Nueva York.
Por su parte, la carrera de Sarah Chalke, no se detuvo tras concluir Scrubs. En realidad, amparada en un rostro particularmente agradable y sugerente y en sus indudables cualidades para la comedia, desde entonces ha multiplicado su presencia en cine y televisión hasta el momento de escribir estas líneas. En la serie interpretaba a otra residente que, más adelante, entrará en la sanidad privada. Figura aquejada de un deseo neurótico de ser aceptada, es capaz de hacer cualquier cosa para agradar a otros. Su gran amiga en la serie –en la que, en principio, no confiaba y de la que estaba enormemente distanciada- es “Carla”, administrativa del centro médico, que primero se unirá sentimentalmente a “Turk”, aprendiz de cirujano y amigo de “DJ” y luego se casará con él. “Carla”, por su parte, es interpretada por Judy Reyes cuya carrera también ha experimentado una curva ascendente desde que concluyó Sbrubs: la hemos visto en iZombie (2016), como coprotagonista en Devious Maids (2013-2016), en algunos episodios de infinidad de series, interpretando siempre a mujeres de origen latino. (es de origen dominicano). En lo que se refiere a “Turk”, es el gran amigo de “DJ”, quién mejor lo entiende, a pesar de que sus especialidades sean diferentes. Al final de la serie, con dos hijos a la espalda en su matrimonio con “Carla”, terminará siendo jefe de cirugía y profesor en la universidad.
Vale la pena también mencionar a otros tres personajes: el desmadrado, neurasténico y eficiente “Doctor Kelso”, director del hospital en las siete primeras temporadas, egoísta, intimidatorio y mezquino, interpretado por Ken Jenkins; el conserje, personaje antagónico a “DJ”, al que no puede tragar, asumido por Neil Flyn que llegó hasta Scrubs después e pasar por varias series televisivas de éxito en las que interpretó pequeño papeles: Seinfeld, Smallville (2001-2011), CSI (2004-2013), etc. En la actualidad sigue rodando como protagonista la serie The Middle (2009-hoy) y es un rostro muy conocido en el medio televisivo. Finalmente, es imposible olvidar a John McGinley, un actor que debe su fama al papel de “sargento O’Neil” en la película de Oliver Stone Platoon (1993). Su presencia como cirujano tan neurótico y enloquecido como eficiente y torturado por dentro, es completamente imprescindible y extraordinariamente efectista. En algunos rasgos recuerda al doctor House (2004-2012). En estos momentos sigue en activo en Stan Against Evil (2016-hoy) protagonizo anteriormente Ground Flour (2013-2015)
BALANCE Y VALORACIÓN
Comedia de enredo hospitalaria a la que muchos han definió como una de las mejores de la primera década del milenio, estamos a la espera de que alguna televisión recuerde sus méritos y se anime a reponerla. El nivel medio de los episodios es elevado en comicidad. Los siete papeles protagonistas están perfectamente dibujados y sus contornos aparecen fieles a este diseño en todos los episodios de la serie. No son personajes estáticos: van evolucionando a medida que le serie desgrana sus vidas temporada tras temporada.
Conviene que la vean aquellos que están obligados a pasar alguna temporada en un hospital, pero quienes la disfrutarán más son los que se aproximan a la televisión para pasar un buen momento. Los devotos a las comedias de situación que no la hayan visto o que se hayan incorporado después de su final, tendrán en esta serie un modelo del género. Incluso los médicos que han pasado por la condición de residentes o estén a punto de hacerlo, les convendría ver las situaciones que se describen en los 182 episodios, de los que buena parte, son reales como la vida misma.