FICHA
Titulo original: Gunsmoke.
Título en España: La ley del revólver
Temporadas: 20 (635 episodios)
Duración episodio: 30 minutos
Año: 1955-1975
Temática: Western
Subgénero: aventuras
Resumen: El sheriff Matt Dillon intenta mantener el orden en el pequeño pueblo de Dodge, Kansas, un microcosmos del “salvaje Oeste” en la que la única forma de hacerse oír es mediante el revólver..
Actores principales: James Arness, Milburn Stone, Amanda Blake, Ken Curtis, Dennis Weaver, Glenn Strange, Buck Taylor, Ted Jordan, James Nusser, Burt Reynolds, Howard Culver Roger Ewing, Mathew McCue, Max Wagner, George Selk, Bert Rumsey.
Lo mejor: su duración es indicativo de su calidad.
Lo peor: Agot completamente la temática del western.
¿Cómo verlo?: Algunos episodios en castellano pueden encontrarse en youTube, bastantes, en versión original, se encuentra mediante emule o BitTorrent.
Puntuación: 6,5
EPISODIO COMPLETO EN CASTELLANO
Lo mínimo que hay que saber sobre LA LEY DEL REVOLVER
Algo tiene al agua cuando la bendicen y algo tiene una serie que se prolongó con pocas variaciones por espacio de 20 años. En España no se proyectaron todos los episodios (solamente había una cadena de televisión y eran muchos los productos concurrentes que llegaban aquí) pero el impacto que provocó no puede compararse con el que tuvo en EEUU en donde se convirtió en una serie de culto mucho antes de que Bonanza, El Virginiano o Caravana (1957-1965) hubieran echado a andar.
UNA CANTERA DE CELEBRIDADES
La serie tiene como protagonista al sheriff de una pequeña ciudad, Dodge City, en Kansas, estado situado en el centro geográfico de los EEUU. Es una típica ciudad sin ley en la que el representante del orden se las ve y se las desea para bregar con el personal que pasa por allí y con los propios vecinos (que frecuentemente andan a la greña). La serie fue definida, algo abusivamente, como “la escenificación de la leyenda época americana del oeste, nuestra propia Ilíada y Odisea”.
En realidad, se trataba de una serie barata de ejecución. El escenario era siempre el mismo: una calle, un saloon, el hotel del pueblo, la oficina del sheriff, unas cuantas casas, poco más… Los actores no eran excesivamente conocidos, si bien, antes o después, toda una nueva generación de futuras celebridades fue desfilando por la serie en papeles secundarios o como actores invitados o de veteranos siempre dispuestos a prestar su rostro a una serie de éxito.
La lista es impresionante: John Voight, Daniel Travanti, Lee Van Cleef, Robert Vaughn, George Kennedy, Martin Landau, Vera Miles, Ricardo Montalbán, John Saxon, Loretta Swif, Dannis Hoper, Ed Asner, John Drew Barrimore, Richard Basehart, Ralph Bellamy, David Carradine, John Carradine, Jack Cassidy, Lee J. Cobb, Chuck Connors, Bette Davis, Angie Dickinson, Richard Dreyfus, Barbara Eden, Jodie Foster, Burt Reynolds, Harrison Ford… Para muchos de ellos fue, sino la primera, de sus primeras actuaciones. Otros, en cambo, aportaron su fama bien ganada a esta serie.
GUIONES INNOVADORES
Lo que distingue a La ley del revólver de otros westerns de la misma época es que, aun siendo una serie violenta, en ocasiones brutal y despiadada, siempre existían en ella un poso de sentimentalismo y ternura que la hacía diferente a otros productos concurrentes. Esto ampliaba la audiencia hacia el público femenino que jamás, hasta entonces, se había sentido particularmente atraído por los westerns. Tal fe el elemento que identificó y extremó Michael Landon en La Casa de la Pradera (1974-1983) y que ensayaron por primera vez los guionistas de La Ley del Revólver.
El mismo protagonista, el “sheriff Dillon” era un tipo con el alma torturada, solitario, permanentemente meditabundo, se adivinaba que tenía una gran vida interior y que construía murallas que impidieran penetrar en esa fortaleza. De estos rasgos derivaba su dureza y su impiedad contra el delincuente, su valor casi suicida y su obsesión por la ley y el orden.
La serie no solamente constituyó el western de mayor permanencia televisiva, sino que, además, durante todo su largo ciclo fue emitida en prime time. Inicialmente, a finales de los años cuarenta, fue un serial radiofónico. Allí apareció por primera vez el personaje de “Mark Dillon”. Robert Conrad, el actor que luego encarnaría a Cannon prestó su voz sugerente para el serial radiofónico. La popularidad que pronto alcanzó el personaje indujo a trasladarlo a la televisión en donde las series estilo western estaban teniendo gran éxito. Y, ciertamente los 50 y 60 fueron el período dorado de este género.
LOS VECINOS DE DODGE CITY
El resto de protagonistas que aparecían con él, en cambio, eran seres mucho más abiertos, con rasgos extremadamente amistosos, contrapartida a la aspereza del sheriff (que, a fin de cuentas, encubría una humanidad generosa y entregada). “Chester”, interpretado por Dennis Waeve (1924-2006), era el ayudante del sheriff (luego sería, por derecho propio el protagonista de McCloud). Luego estaba “Doc Adams”, asumido por Milbur Stone (1904-1980), un veterano del cine de aspecto paternalista y bonachón, cosiendo una y otra vez las heridas generadas por los habituales tiroteos. Y, por supuesto, una empleada del Saloon, “Mis Kitty” con una espléndida Amanda Blake (1929-1989), que luego se hará dueña del Long Branch Salon.
A lo largo de la serie el papel de sheriff fue interpretado por Jamess Arness (1923-2011), hermano del también actor Peter Graves. A principios de los años 50 se había caracterizado como actor de películas del Oeste y había acompañado a John Wayne en Hondo (1954). También apareció en numerosas producciones de serie B y en algunos episodios de El llanero solitario. Cuando ya tenía un sólido bagaje como actor y un prestigio asentado en el western, pasó a protagonizar La Ley del Revólver. John Wayne, la primera opción, resultaba excesivamente cara y no existían garantías de que otros compromisos no le distrajeran de la serie, así que Arness parecía ser –y de hecho fue- la mejor opción. Su carrera ya no tuvo un después. Siguió en la serie hasta 1975 y luego filmó varias tv-movies sobre el mismo tema y encarnando al mismo personaje. Una serie tan larga no podía sino devorar su carrera.
UNA VALORACIÓN GLOBAL
Hoy es difícil imaginar el éxito de aquella serie en EEUU. El western cayó en desuso en los 70 y esta serie fue de las últimas, acaso la última a la que le cupo el dudoso honor de poner el punto final a este género en televisión. Era lógico que así ocurriera: se había abusado de él desde los primeros tiempos del medio televisivo. Por algún motivo, los espectadores especialmente estadounidenses, estaban predispuestos a aceptar cualquier cosa que les remitiera al “lejano Oeste”. Pero tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe. Y La ley del revólver con sus 635 episodios había ido demasiado lejos. Tras haber protagonizado un ciclo de veinte años, no solamente la serie, sino el mismo género estaba agotado. Además, los gustos del público habían cambiado. La serie que empezó a emitirse en los años de la postguerra, fue a morir cuando quedaron palpables los efectos de las mutaciones culturales de los años 60 y de la primera gran crisis económica que puso fin a los “30 años gloriosos” de la economía mundial en 1973.
La serie entretuvo durante veinte años a varias generaciones de norteamericanos. Su impacto en España fue menor y aquí pasó como una de tantas series de “vaqueros”. Hoy está muy desdibujada. Los factores innovadores en aquella época, hoy han sido ampliamente rebasados y reutilizados en series o simplemente están obsoletos. Pero es una serie que todavía puede verse e incluso entretener a condición de ser un fanático de los westerns, sentir una necesidad de volver la vida atrás o bien, si uno es joven, querer saber qué veía papá o el abuelo hace cuarenta o cincuenta años.