FICHA
Titulo original: Ban of Brothers.
Título en España: Hermanos de Sangre
Temporadas: 1 (10 episodios)
Duración episodio: 60 minutos
Año: 2001
Temática: bélica
Subgénero: histórica
Resumen: Una unidad de la División de Paracaidistas de los EEUU, la Compañía Easy, resulta lanzada sobre Normandía después de un duro entrenamiento y participa en los combates de la última fase de la Segunda Guerra Mundial.
Actores principales: Damian Lewis, Ron Livingston, Rick Gomez, Scott Grimes, Donnie Wahlberg, Michael Cudlitz, James Madio, Dexter Fletcher, Neal McDonough, Matthew Settle, Ross McCall, Frank John Hughes, Peter McCabe, Nicholas Aaron, Craig Heaney, Kirk Acevedo, Eion Bailey, Shane Taylo, Dale Dye, Stephen Graham, David Schwimmer.
Lo mejor: Una visión bastante realista de la guerra.
Lo peor: Mezcla entre Salvad al Soldado Ryan y La chaqueta metálica
¿Cómo verlo?: Emitida por HBO (y en su momento por Telecinco y ETB 2).
Puntuación: 7,5
Lo mínimo que hay que saber sobre BAND OF BROTHERS
A pesar de figurar en el catálogo de HBO como “novedad”, inmediatamente se reconoce una serie “añeja”. Por dos detalles: Damian Lewis aparece mucho más joven que cuando filmó la primera temporada de Homeland y David Schwimmer luce más joven que cuando lo dejamos en Friends (1994-2004). Si a esto añadimos que la película se parecía extraordinariamente en el tema y en el tratamiento visual a Salvar al soldado Ryan (1998); así que el producto debía de datar ser posterior al año en el que se estrenó esta película y anterior a las últimas temporadas de Friends. No hace falta ser Sherlock Holmes para deducir que la miniserie debía de tener entre 15 y 17 años.
NORMANDÍA COMO REFERENCIA PARA AFGANISTÁN
Cuando se filmó esta serie no se cumplía ningún aniversario especial del desembarco en Normandía. Hacía 57 años que los soldados de la División Paracaidista saltaron sobre la retaguardia alemana en la madrugada del 6 de junio de 1944 en un tema que ya había sido tratado por el cine en varias ocasiones, siendo las más notables El día más largo (1962) cuyos fotogramas son una aglomeración de grandes nombres del cine y Salvad al Soldado Ryan (1998) que llevaba el sello Spielberg y grandes innovaciones visuales en el tratamiento de la imagen y en los efectos especiales. Esta cinta, de hecho supone un aprovechamiento de tales avances técnicos y, al mismo tiempo, está situada en los mismos escenarios que eligió Spielberg como laberinto para el soldado Ryan y sus compañeros.
Ahora bien, cabe preguntarse por qué en 2001 se estrenaba esta serie que, sobre todo, tiende a galvanizar a la opinión pública norteamericana y a indicar que los EEUU están siempre perfectamente preparados para una guerra. Era 2001, la película se estrenó el 9 de septiembre, es decir, dos días antes de los ataques del 11-S y su emisión se prolongó hasta el 4 de noviembre, cuando la Operación Libertad Duradera (invasión de Afganistán en lenguaje más convencional) ya se había consumado y los marines ponían cara de héroes tras haberse desplomado como un castillo de naipes el régimen talibán. Dicho de otra manera: esta serie cubre un período bélico. Su intención manifiesta consiste en demostrar que los abuelos combatieron en Normandía como héroes y que ahora también toca volver a hacerlo. Se diría que los productores de Band of Brothers recibieron el encargo de preparar una serie que estuviera lista para cuando se produjera el casus belli, la excusa, en román paladino, para invadir Afganistán.
Queda otra cosa por decir. Spielberg ya se encargó de sugerir que, desde el punto de vista militar, la llamada Operación Overlod (nombre clave del desembarco en Normandía), constituyó un verdadero desastre táctico: se perdieron muchos más soldados de los que estaba previsto y de lo que hubiera sido tolerable, algunas unidades desembarcaron prácticamente ante los nidos de ametralladoras alemanas y pagaron caro el error, todos los blindados, sin excepción, modificados para soportar las playas, se hundieron y, en lo que se refiere a las unidades paracaidistas cayeron en un radio de acción tan disperso que bastante tuvieron con sobrevivir, pero no supusieron ningún éxito estratégico al igual que las tropas aerotransportadas buena parte de cuyos planeadores se estrellaron. En este sentido Band of Brothers es una nueva idealización de aquel episodio bélico que, de haber sido retratado con el mismo rigor que hizo Spielberg, hubiera provocado el efecto psicológico contrario al buscado en el otoño de 2001..
LA BAND OF BROTHERS Y EL CHOQUE CON LA GUERRA
Dejamos la historia y regresemos a la serie, a pesar de que el título tiene mucho que ver con la historia de la literatura y corresponde a una frase escrita por Shakespeare y puesto en boca de Enrique V antes de la batalla de Agincourt y que, así mismo, ha sido llevada al cine en dos ocasiones, por Kennet Branagh en 1989 y en 1944 por Laurence Olivier. En el famoso soliloquio previo a la batalla, el rey considera que los que luchen con él son sus “hermanos de sangre”.
Cada uno de los diez episodios de esta miniserie nos muestran los testimonios de un grupo de soldados que participaron en la Operación Overlod. Son ya ancianos, cada uno aporta aquella parte que más le impresionó, los motivos por los que se presentó voluntario, ninguno sabía muy bien los riesgos que iba a correr y la impreparación táctica de sus mandos. Tras los testimonios se pasa a la dramatización de los hechos. Desde las primeras imágenes resulta evidente que se ha utilizado los mismos filtros y efectos especiales que en Salvad al Soldad Ryan y el primer episodio (más atemperado, eso sí) recuerda la primera parte de la La Chaqueta Metálica (1987) de Kubrick. La primera similitud no puede extrañarnos: de hecho el rodaje de esta miniserie tiene como productores a Steven Spielberg y a Tom Hanks.
BALANCE DE SITUACION
Desde el punto de vista estético no puede reprocharse absolutamente nada a la miniserie: soldados provistos de un equipamiento que les imposibilita casi subir al avión y que, en buena medida, pierden cuando se abre el paracaídas, combates esporádicos llevados a cabo por pequeñas unidades dispersas, y todo hasta llegar al corazón de Alemania unos meses después. El último episodio tiene un título emblemático: “We Stand Alone Together” (Estamos solos pero unidos) y es un verdadero documental con los testimonios de los miembros supervivientes de la Compañía Easy y sus experiencias bélicas.
La narración es entretenida y aceptable e incluso resulta brillante en algunos momentos. Los arquetipos humanos que aparecen en la película de Spielberg vuelven a estar otra vez aquí presentes sin excepción: el teniente consciente de su deber, el soldado resentido, el peleón, el judío, el italiano, el francotirador, sin excepción. El que sea una buena miniserie no implica que no exista en ella originalidad alguna.
Alguien se ha preocupado por reunir todas las incoherencias históricas y los errores en el argumento de la película. Trabajo ocioso: es cine, es ficción, y ni siquiera era la intención de los impulsores últimos de la serie, reconstruir la historia, sino galvanizar a la opinión pública norteamericana, establecer un puente en el tiempo que uniera a la Operación Overlod con la Operación Libertad Duradera y prepararla para la siguiente parada y fonda bélica: la invasión de Irak que todavía debió esperar dos años.
La serie tiene el valor añadido de ver cómo era y actuaba Damian Lewis diez años antes de convertirse en el “Brody” de Homeland. Y para los espectadores norteamericanos debió resultar chocante ver a Schwimmer con casco de acero y abandonando el plató de Friends. Esta muy bien realizada y aceptablemente interpretada, los efectos especiales son depurados y nada más que elogios pueden prodigarse sobre los aspectos técnicos y artísticos de la miniserie.
De todas formas no es una serie que pueda gustar a todo el público. La sabrá apreciar quien experimente una notable propensión al cine bélico. No está claro si quienes se quedaron fascinados por las aventuras del soldado Ryan, la verán como una reedición poco imaginativa de aquella cinta o como una especie de versión extendida de la misma. Gustará a quienes gusten de películas sobre la Segunda Guerra Mundial, tema inagotable desde hace 80 años.