Ficha
CLIPS
Lo mínimo que hay que saber sobre THE EXPANSE
A la vista de todo lo escrito en ciencia ficción espacial a lo largo del siglo XX resulta difícil poder encontrar productos que no se resientan de ciertas influencias o que, en cualquier caso, no evoquen, en ocasiones deliberadamente y en otras por puro azar. Cuando se ven series como The Expanse, inevitablemente el espectador remite sus recuerdos y comparaciones a otras series. Lo mismo ocurre con la otra serie de ciencia-ficción que se está emitiendo en estos momentos, Westworld (2016) que, inevitablemente nos recuerda a Blade Runner (1982). El problema, a fin de cuentas, y dando por sentado que quedan pocos recursos narrativos nuevos por utilizar, es si la serie, entretiene, tiene “sustancia” o no la tiene. Y en el caso de The Expanse, podemos decir que la serie tiene un buen arranque, pero que, pierde algo de fuelle a medida que avanza la primera temporada.
… Y CON UNA DELIBERADA INTERPOLACIÓN “NOIR”
Uno de los elementos ideados para hacer de esta una serie diferente es la incorporación de un personaje y un elemento narrativo que reenvía al espectador inmediatamente al “género negro” de los Philip Marlowe y de los Sam Spade. En efecto, un detective arquetípico de aquellos relatos de los años 40 y 50 (que tuvo su prolongación en las dos interpretaciones de Jack Nicholson como “Jake Gittes” en Chinatown [1974] y Two Jakes [1990]) es encargado de buscar a una chica desaparecida en extrañas circunstancias. El detective, luce sombrero y todo para reforzar las analogías, lo cual es todavía más chocante si tenemos en cuenta que vive en el astereoide Ceres y los padres de la desaparecida que le han contratado, son una especie de terratenientes afincados en alguno de los cráteres de la Luna.
En las primeras escenas aparecen imágenes de la chica flotando en el interior de una nave espacial. En su mono está escrita la palabra: Scopuli… el nombre de la nave que se une al de otras naves emblemáticas del género: la Enterprise de Star Trek (1966-1969), el Discovery de 2001, una odisea del espacio (1968), la Planet Express de Futurama (1999-2013), la Nostromo de Alien (1979), o la ya clásica Millenium Falcon de Star Wars (1977). Para colmo, el encargo le llega al detective cuando está investigan el robo de agua en el asteroide Ceres… el mismo tema que está en el trasfondo de Chinatown.
Obviamente sería un abuso aludir a una influencia cerventina el hecho de que una de las naves que aparecen un pequeño grupo de supervivientes haya sido bautizada como Rocinante…
APORTACIONES DE THE EXPANSE A LA CIENCIA FICCIÓN
Estéticamente, la serie está filmada con los mismos filtros y colores que CSI-Las Vegas (2000-2015): ambientes oscuros, abundancia de azules, contrastes y, sobre todo, algunos elementos tecnológicos extraídos de las últimas temporadas de la serie. Alguna vez nos habremos preguntado cómo pueden ser los móviles en el futuro. La respuesta que nos de The Expanse es que serán extraplanos y transparentes pero –y aquí está el toque de humor- nada impedirá que si se caen al suelo las pantallas aparezcan como rasgadas.
La serie nos muestra cómo será Manhattan en un futuro remoto. Se habrá perdido el skyline actual, pero alguno de los “pequeños” rascacielos serán reconocibles entre las nuevas e impresionantes torres futuristas hasta cinco veces más elevadas. Incluso el edificio de las Naciones Unidos habrá sido sustituido por otro infinitamente mayor desde el que se gobierna a todo el planeta.
Se tienen en cuenta algunos elementos más o menos científicos. Los nacidos, por ejemplo, en el cinturón de asteroides tendrán los huesos largos, y poca masa muscular, al vivir en un planeta con poca masa y, consiguientemente, con una mínima gravedad. Adaptados a su medio de vida, cuando llegan a la tierra apenas pueden soportar la gravedad.
Pero la aportación más interesante de la serie es la traslación de los conflictos que está viviendo actualmente el planeta Tierra a todo el sistema solar: la lucha por los recursos energéticos (y especialmente por el agua, que se lleva a los “cinturonianos” en forma de hielo espacial) y las rivalidades entre superpotencias han sido trasladadas a los planetas. Una mano oculta promueve el terrorismo interespacial que será considerado como “casus belli” para un conflicto de mayores dimensiones entre los planetas colonizados.
PROTAGONISTAS Y RECOMENDACIONES
Poco puede decirse de los protagonistas de la serie que, hasta ahora, han ido apareciendo en distintas miniseries en papeles secundarios y a los que se les ha dado la posibilidad de dar un salto a sus carreras a partir de asumir papeles protagonistas. Conscientes de ello, cumplen, en ocasiones por encima de la media. El más conocido es, sin duda, Thomas Jane al que vimos en Deep Blue Sea (1999), The Mist (2007) y en un sinfín de cintas y series en papeles de distinto relieve. Jane encarna al detective ensombrerado. Otro rostro a tener en cuenta es el de Dominiqe Tipper, actriz de reparto en varias series (a la que recordamos de algún episodio de Crimen en el paraíso con su curioso look capilar).
La serie tiene un atractivo especial para los que suelen recrearse con la ciencia ficción y los viajes espaciales, pero está concebida para un amplio espectro de público. Lo único que se requiere para apreciar esta serie es… que gusten las series. Si le gusta el western, reconocerán elementos presentes este género; si les gusta el “noir”, ahí lo tienen de lo más ingrávido. Si aman thrillers en los que se mezcla el terrorismo y la conspiranoia, no echarán en falta estos elementos. Si son cervantinos, reconocerán algunos elementos del genial escritor. Y, para colmo, incluso si son mormones les satisfará saber que en el lejano futuro imperfecto pintado en la serie, la Iglesia Mormona goza de buena salud e incluso presta uno de sus temas para el bautismo de una nave espacial: el Nauvoo, la ciudad fundada por Joseph Smith, a su vez, fundador de los mormones ¿Quién da más?