FICHA

Título original: High Maintenance
Título en España: High Maintenance
Temporadas: 1 temporada (6 episodios)
Duración episodio: 30 minutos.
Año: 2016
Temática: Tragicomedia.
Subgénero: Colgados.
Resumen: Un distribuidor de droga nos hace entrar en la vida de distintos clientes a los que facilita estupefacientes y, al mismo tiempo, nos permite conocer mejor la vida de un pequeño camello de barrio.
Protagonistas
: Ben Sinclair, Clem Cheung, Michael Cyril Creighton, Max Jenkins, Greta Lee, Shazi Raja, Yael Stone, Bowdie, Kristen Hung, KeiLyn Durrel Jones, Rebecca Naomi Jones, Ismenia Mendes, Amy Ryan, Mx Justin Vivian Bond, Peter Friedman, Kyle Harris, Dan Stevens, Heléne Yorke, Molly Bernard, Hannibal Buress, Dominic Colón.
Lo mejor: Nueva York es así, no todo es glamour o fashion
Lo peor
: Escaparate de miserias humanas.
Lo más curioso: Antes de ser serie de televisión fue serie emitida a través de Vimeo.
¿Cómo verlo?: En HBO.

Puntuación: 6

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Lo mínimo que puede decirse sobre HIGH MAINTENANCE

En 2012 una pareja apostó por realizar una serie y colgarla en la plataforma Vimeo.com. No era la primera vez que se hacía algo así, ni siquiera era la primera serie que tenía como tema la pequeña distribución de drogas. Sin embargo, Ben Sinclair y Katja Blichfeld, promotores de la idea, pensaban que, el tema y el tratamiento sería lo suficientemente atractivo como para que varios millones de internautas se interesaran y, al menos, cubrir costes con la publicidad. A fin de cuentas, el presupuesto de cada episodio era bajo: apenas 1.000 dólares de inversión. El éxito fue tal que sorprendió incluso a la propia plataforma (que ocupa un lugar muy secundario en redes sociales para compartir clips de vídeo en relación a YouTube) que se ofreció a financiar seis episodios. HBO se interesó por el producto y lo incorporó a su parrilla. Tal es la historia de la serie. Veamos su contenido.

La serie sigue a un pequeño “dealer” de barriada, un distribuidor de marihuana que recorre incansablemente con su bicicleta las calles de Nueva York, oscuras y húmedas, pedaleando sobre su bicicleta con aspecto de perfecto empanado. No es otro que Ben Sinclair, uno de los guionistas-productores-actores de la serie. Él es “the Guy”, algo así como “el chico”, “el tipo”, o “el fulano”. Cada una de sus etapas nos lleva a un personaje diferente y a una situación concreta. Todas tienen un denominador único: la necesidad de fumar hierba.

La serie está calificada como “comedia”, pero habría mucho que discutir sobre si este es el calificativo que merece. En realidad hay algunos rasgos de humor, pero bastante limitados. Lo que, desde luego, más induce a la sonrisa, es el aspecto de “the Guy” pedaleando, o cuando se enfrenta a una situación no prevista y sus neuronas ralentizadas por la marihuana responden a velocidad menor a la requerida por la situación. Los relatos son breves: “el tipo” llega, saca el paquetito de marihuana, le pagan, mantiene alguna conversación con el cliente, lo suficientemente extensa como para que podamos conocer su situación, sus motivaciones, y en definitiva, el por qué quiere fumar unas hierba que, a fin de cuentas, le alienará (el decir, le hará dejar de ser él mismo, para ser otra cosa).

Hay que enmarcar a la serie dentro de la tendencia generalizada a la banalización de la marihuana y que nos tiende a presentar a los fumetas como tipos simpáticos, enrollados, que viven y dejan vivir. En realidad, en series tan diversas como Bates Motel o Z Nation (2014-2017), el cannabis ocupa algunas subtramas, pero en High Maintenance es el tema central.

La crítica norteamericana no la acogió mal, pero tampoco la cubrió de elogios. Se trata de una serie que nos muestra uno de los aspectos de la modernidad, acaso el más extendido y que, a partir de la crisis de 2007 se ha banalizado completamente: el consumo de marihuana, tratando de hacer de un distribuidor, el elemento de transmisión entre distintas situaciones personales relativamente habituales. La serie, a pesar de la modestia de su concepción tiene agilidad, cuenta bien las situaciones y hace sonreír ocasionalmente. No espere reír a carcajadas, ni una serie a lo “dos tontos muy tontos”, tampoco es una comedia de situación; es más bien un drama de la modernidad occidental. Nada más. Poco, en realidad. A fin de cuentas, la marihuana es uno de los muchos «estupefacientes» de los que vive nuestra civilización. Como el fútbol, sin ir más lejos.