FICHA

Titulo original: Twin Peaks
Título en España: Twin Peaks
Temporadas: 2 (39 episodios)
Duración episodio: 45 minutos
Año: 1990-1991
Temática: Thriller
Subgénero: Investigación sobrenatural
Resumen: Un policía es enviado para investigar el asesinato que ha tenido lugar en una pequeña población. Poco a poco va descubriendo un rostro inédito y diferente, mágico y paranormal en los habitantes de la localidad.
Actores principales: Kyle MacLachlan, Lara Flynn Boyle, Michael Ontkean, James Marshall, Sherilyn Fenn, Dana Ashbrook, Mädchen Amick, Richard Beymer, Ray Wise, Peggy Lipton,Joan Chen, Harry Goaz, Eric DaRe, Kimmy Robertson, Jack Nance, Everett McGill,Piper Laurie, Wendy Robie, Sheryl Lee, Chris Mulkey, Ian Buchanan, Heather Graham, Michael Horse, Russ Tamblyn, Kenneth Welsh, Miguel Ferrer, David Patrick Kelly, Mary Jo Deschanel, Don S. Davis, Catherine E. Coulson, Warren Frost, David Lynch, David Duchovny, Billy Zane, Ted Raimi, Jane Greer
Lo mejorel aura de misterio que envuelve a toda la serie.
Lo peor: lo finalmente incomprensible de la experiencia.
¿Cómo verlo?: Está a la venta en DVD y puede obtenerse mediante programas P2P. Lo ha emitió recientemente Movistar Series.

Puntuación: 7

TEMA MUSICAL DE LA SERIE

TRAILER EN CASTELLANO

EL AGENTE COOPER LLEGA A TWIN PEAKS

 

Lo mínimo que hay que saber sobre TWIN PEAKS

Quienes tengan 40 años o más recordarán aquella serie que se emitió en los meses anteriores a las Olimpiadas de Barcelona de 1992. Twin Peaks no dejó indiferente a nadie. El país quedo dividido entre una audiencia fiel y fanática que glosaba el que por primera vez un gran director, David Lynch, se arriesgara a hacer una incursión en televisión y aquellos otros que, especialmente a partir de cuarto o quinto episodio empezaron a convencerse de que la serie era una tomadura de pelo sin pies ni cabeza. Cada escena era analizada por unos o por otros y todo el mundo parecía encontrar razones para apoyar a la serie o mostrar hostilidad. El tiempo lo ha redimensionado todo: Twin Peaks fue una serie innovadora y audaz. Nunca hasta ese momento se había emitido algo similar en una televisión y aunque luego se han intentado productos similares (Carnivàle es uno de ellos), el modelo ha quedado como único e irrepetible… incluso para su tercera temporada.

TWIN PEAKS, CIUDAD CONGELADA

El título de la serie no era más que el del nombre de la población en el que se desarrollaba la trama. Hay dos nombres emblemáticos que en 1991 conocía toda España: el de la serie y el de “Laura Palmer”. Una pregunta recorría el país “¿quién diablos ató a Lara Palmer?”. En lo que se refiere a la ciudad era una población de tamaño medio. Lynch no dudaba en dar incluso su número de habitantes: 51.201. Nunca cambiaba. La cifra se podía leer en el cartel de acceso a la ciudad que ve el “agente Cooper” del FBI, enviado a la población para tratar de esclarecer el asesinato de una chica. 51.201, eternamente estable, por siempre jamás. Primer misterio.

Como en toda ciudad, en Twin Peaks había de todo: gentes amables y otras distantes y hostiles, individuos generosos y buitres carroñeros, ángeles y diablos. Pero nada es lo que parece: todos esconden secretos insondables, misterios muchos de ellos vergonzosos o simplemente truculentos. Y lo más misterioso de todo: no hay Iglesia, tampoco juzgado, lo que si hay es un asesino aterrador, acaso un fantasma incorpóreo, presente en todas las calles y las plazas del pueblo, incluso en los hogares.

Twin Peaks –el pueblo- parece un universo cerrado en sí mismo, el microcosmos de todas las maldades humanas. Casi un mandala. Es un universo absurdo no gobernado por las leyes de la lógica sino por algo mucho más ancestral: la magia y el misterio. Más que habitantes, Twin Peaks está poblado por arquetipos de lo humano y más que por leyes y códigos, se rige por los principios del mundo mágico y paranormal.

En ese universo mágico, el cadáver de “Laura Palmer” aparece como la única realidad tangible. Parece una víctima propiciatoria, pero también en un momento dado de la serie aparecen dudas sobre su muerte. Angelical para unos, era, sin embargo, uno de los ciudadanos de aquella ciudad que más misterios ocultaban tras un rostro angelical. Inicialmente, nadie parecía tener buenas razones para asesinarla. Al cabo de unos capítulos, la perspectiva ha cambiado y muchos -¿todos?- podrían haber encontrado un buen motivo para llevársela por delante.

DAVID LYNCH, EL ARQUITECTO DE TWIN PEAKS

A Lynch siempre le ha gustado los dramas criminales situados en pequeñas poblaciones (Blue Velvet [1986]) o en zonas deprimidas de granes ciudades (Lost Highway [1997], Inland Empire [2006] o Mulholland Drive [2001]). Buen hacedor de thrillers y películas de misterio, que cuando rodó Twin Peaks ya gozaba de una merecida fama mundial que arrancaba de Eraserthead (1971) en la que ya se encontraban contenidos algunos elementos paranormales que luego gravitaría en torno a “Laura Palmer”. La película era demasiado audaz para ser exhibida en salas comerciales así que circuló en canales de “arte y ensayo”. Pero fue El hombre elefante (1980) lo que consagró definitivamente a Lynch como un gran director. El batacazo comercial que supuso Dune (1983) detuvo bruscamente su carrera y solamente pudo recuperarse con Blue Velvet (1986) en el que de nuevo utilizará elementos efectistas que luego recuperará para Twin Peaks.

¿Qué fue lo que inspiró a Lynch para crear esta serie. Hay dos componentes: de un lado sus afinidades reiteradamente demostradas en las películas que hemos citado: monstruos, misterios, mundo mágico, sueños, seres incorpóreos, destrucción de las categorías lógicas… De otro, una época en la que el mundo iba de sorpresa en sorpresa: por primera vez se había visto una guerra en director (la guerra de Kuwait de 1989-90), hacía poco que se había registrado el hundimiento de la Unión Soviética y todas las concepciones de las que se habían alimentado las generaciones que crecieron en la postguerra (Lynch nació en 1946) habían quedado alteradas: cuando la humanidad se había habituado a un mundo dominado por dos superpotencias, bruscamente, casi de manera inesperada y sin que mediara ningún épico “ocaso de los dioses”, sino simplemente un desplome interior casi irrelevante, el mundo comunista desapareció en manos de un lustro. En 1990, cuando Lynch ideó esta serie, todavía no se habían dado muchas explicaciones a ese derrumbe. Era lógico que algunos tendieran a pensar en signos de “la provindencia”, el “mundo mágico” o el “universo anticartesiano” para explicar no solamente ese desplome sino cualquier otro fenómeno de la realidad.

Y es en esas circunstancias, en un mundo que parece haber pisado el acelerador de los cambios (los años 1990-2001 marcan el “período dorado de la globalización” en ruptura con el ciclo anterior) cuando a Lynch se le ocurre un drama deslavazado, absurdo y monstruoso en el que, a media que avanza la trama, todos son culpables, incluso los asesinados. Era una forma de interpretar lo que estaba ocurriendo en aquellos momentos en los que estaba naciendo el “nuevo orden mundial”.

TRASPOSICIONES EN EL TIEMPO

Twin Peaks creó escuela y con el tiempo otros muchos directores y guionistas quisieron emularla sin tener ni el talento de Lynch. Recordamos, por ejemplo, a Happy Town (2009) que resultó un auténtico fracaso y apenas resistió ocho episodios. Ha habido otras imitaciones de menor calidad, sin embargo, el mensaje de la serie está implícito en otros dos productos distantes en el tiempo: la ya mencionada Carnivàle y True Detective (en su primera temporada). De hecho, no fue por casualidad que en Carnivàle, uno de los protagonistas sea “Sansun”, el enigmático y enérgico enano que dirige el conjunto por órdenes “del patrón”. El papel estaba asumido por Michael J. Anderson. En Twin Peaks, Anderson era uno de los personajes más claramente simbólicos, “el enano bailarín” que aparecía en el sueño del “agente Cooper”. Anderson (que en realidad no sufre enanismo sino que debe su corta estatura -1,10 metros- a una enfermedad genética) era en 1990 un actor cuyo rostro, en sí mismo, sugería misterio y el paso del tiempo ha ido aumentando esa sensación.

Pero en Carnivále está presente también y de manera constante el mundo paranormal y mágico, los asesinatos y la destrucción de las leyes de la lógica. En lo que se refiere a True Detective, las similitudes son igualmente aceptables en la primera temporada. Lo que investigan los dos policías protagonistas es un crimen realizado bajo el impulso de lo mágico. Es una secta y sus secuaces quienes, a fin de cuentas, están tras los asesinatos cometidos.

VALORACIÓN DE CONJUNTO

La serie puede verse de nuevo veinticinco años después de ser concebida, sin que quede la sensación de que el lenguaje utilizado se ha quedado atrás. Pero hay que hacer una pequeña matización. La serie histórica tuvo dos temporadas. Era demasiado. La investigación sobre el asesinato de “Laura Palmer” no podía extenderse tanto, a menos que no se crearan tramas secundarias. Por ahí es por donde tiró Lynch y su equipo de guionización. Poco a poco, a medida que avanza esta segunda temporada, la serie va perdiendo fuerza, lo que era una novedad en la primera, se convierte en un tópico narrativo en la segunda, la capacidad de sorpresa desciende y lo que es peor, el público empieza a cansarse de la incoherencia del relato: una cosa es tratar de desmontar los mecanismos de la lógica para mostrar los aspectos mágicos que interactúan en la realidad y otra abusar de ese recurso hasta perder el relato todo rastro de cohesión.

Así pues, mejor diferenciar la primera de la segunda temporada (sobre la tercera, estrenada veinticinco años después con los mismos protagonistas, preferimos no aludir). Son desiguales: si el espectador quiere quedarse satisfecho vale la pena que vea solamente la primera. Si es un adicto a toda prueba, puede realizar una incursión en la segunda, pero, créame, le decepcionará.